Auspiciados por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) y la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe (AEALC), se desarrollaron en la ciudad de La Habana entre los años 1999 y 2010, doce encuentros internacionales que analizaron las principales temáticas vinculadas a la globalización y el desarrollo económico y social. Adicionalmente, del 23 al 25 de noviembre de 2015, y con el apoyo del Colegio de Economistas de Panamá, la capital de ese país acogió el XIII Encuentro Internacional sobre Globalización y Problemas del Desarrollo.
Estos eventos académicos, con amplio reconocimiento internacional, constituyeron un espacio de reflexión para el estudio y la discusión de propuestas sobre los aspectos más relevantes que influían en los procesos de crecimiento y desarrollo en condiciones de globalización, esencialmente desde la perspectiva del Sur. En ellos se contó con una amplia presencia de economistas y científicos sociales de múltiples países que, desde diversas posiciones teórico-conceptuales, analizaron críticamente los desafíos y alternativas para lograr una dinámica económica y social, y un patrón de inserción internacional; congruentes con el progreso y la superación del subdesarrollo.
Contaron, además, con la participación destacada de varios Premios Nobel, experimentados dirigentes políticos, algunos jefes de estado y de gobierno, y altos representantes de los más importantes organismos regionales e internacionales vinculados al desarrollo económico y social.
Veinticinco años después del inicio de estos encuentros internacionales de La Habana, se confirma que muchas de las preocupaciones, o incluso algunos de los vaticinios que emergieron de esos debates, se han constatado empíricamente en años recientes; y que, tanto el escenario actual, como el sistema de relaciones económicas internacionales muestran evidentes síntomas de agravamiento con repercusiones muy negativas para amplios sectores económicos y sociales del mundo y, en particular, para las regiones subdesarrolladas.
La conjunción de una profunda crisis económica, junto a las secuelas y transformaciones derivadas de la pandemia de COVID-19 (todavía no superada), una erosión creciente del sistema multilateral, un evidente incremento en las asimetrías económicas y sociales, y tensiones geopolíticas y geoeconómicas incrementadas en medio de un replanteo de la hegemonía mundial; han exacerbado la incertidumbre global, y echado por tierra expectativas optimistas acerca del esperado inicio de un proceso de recuperación económica sostenible en el corto-mediano plazo.